Más de 13 millones de personas mueren al año por causas ambientales evitables

Como todos los años, desde 1950, el 7 de abril es el Día Mundial de la Salud. La fecha recuerda la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1948, y este año el lema elegido es “Nuestra Salud, Nuestro Planeta”, en referencia a la estrecha interconexión entre el Ambiente y el bienestar humano.

Actualmente, la contaminación y la crisis climática generan daños que van desde las consecuencias en el organismo de las olas de calor, a la aparición de enfermedades infecciosas como el dengue y la actual pandemia del coronavirus, al agravamiento de enfermedades respiratorias y ciertos tipos de cáncer por efecto de microplásticos y otras sustancias contaminantes en el aire, el suelo y el agua.

Según cálculos de la OMS, cada año se producen más de 13 millones de muertes debido a causas ambientales evitables. Sin ir más lejos, la crisis climática, es también una crisis sanitaria global.
“El cambio climático que acentúa los fenómenos meteorológicos extremos tiene efectos directos e indirectos en la salud de las personas”, señala la climatóloga Matilde Rusticucci, investigadora principal del Conicet y profesora de la UBA en Ciencias de la Atmósfera.

“Los efectos directos de las olas de calor provocan un aumento en la mortalidad, sobre todo en niños y ancianos. Además, el estrés térmico disminuye el rendimiento laboral y vuelve insalubres algunos trabajos al aire libre como la construcción o la producción de alimentos. Por otro lado, Una inundación provoca traumatismos y las olas de frío están directamente relacionadas con mayor número de infartos y muertes por hipotermia”, explica Rusticucci, quien es co-autora de los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
“Además, están los efectos indirectos del cambio climático, ya sea por sequías o inundaciones en la calidad del agua, aumentando la ocurrencia de diarreas que pueden ser mortales en bebés y niños pequeños. Esto también repercute en la calidad y el acceso a alimentos, agravando otras enfermedades”, detalla la climatóloga.

Por otro lado, las temperaturas más cálidas y húmedas favorecen la propagación de vectores como el mosquito Aedes Aegypti, que transmite enfermedades como el dengue, zika y chikungunya. Ya hay estudios que muestran que este riesgo aumentado puede atribuirse al Cambio Climático.